

Breguet, clientes prestigiosos y renombre mundial
La casa relojera Breguet es famosa por haber contado entre sus clientes con figuras históricas como la reina María Antonieta, Talleyrand (príncipe de Benevento), Napoleón Bonaparte y la emperatriz Josefina. Estas figuras excepcionales no solo apreciaron la exquisitez y la calidad de los relojes de lujo Breguet, sino que también contribuyeron a difundir la reputación de la marca más allá de Francia. Su lealtad permitió a Breguet consolidarse como un referente indiscutible en el mundo de la relojería de lujo.
Experiencia forjada entre Suiza y París
La historia de Breguet comenzó cuando el joven Abraham-Louis Breguet, a los 15 años, comenzó un aprendizaje como relojero en Les Verrières, en Val-de-Travers, Suiza, bajo la tutela de su padrastro. Su talento y su afán de excelencia lo llevaron rápidamente a dejar Suiza para perfeccionarse en Versalles y luego en París.
En 1775, Abraham-Louis Breguet abrió su primer taller en el número 39 del Quai de l'Horloge, en la Île de la Cité de París. Gracias al apoyo del Abbé Marie, Breguet logró integrarse en la alta sociedad parisina y la corte francesa. Esta influyente red, combinada con su excepcional experiencia, le permitió consolidarse como uno de los relojeros más prestigiosos de su época.
Una tradición de innovación y lujo
Breguet es reconocido por su compromiso con la innovación y el lujo relojero. Sus relojes son reconocidos por su precisión, refinamiento y elegante diseño. Desde sus inicios, Breguet ha combinado tradición e innovación, introduciendo tecnologías revolucionarias como el volante espirado y el tourbillon, que siguen siendo referentes en el campo de la relojería.
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