René Boivin
René Boivin, un referente en joyería vintage
La casa parisina Boivin es un referente en joyería vintage. Conocida por sus piezas auténticas y la valiosa maestría de su fundador, René Boivin, así como de sus sucesores, Boivin ha dejado huella en la historia de la joyería con su audacia e innovación.
Los inicios de Maison Boivin
La historia de la Maison Boivin comenzó a finales de la década de 1880. Tras la pérdida de sus padres, René Boivin se unió a su hermano, un reconocido orfebre y cincelador parisino, para convertirse en aprendiz. En 1890, decidió emprender una carrera en el mundo de los negocios y adquirió tres talleres de joyería ubicados en la Rue Saint-Anastase. Tres años más tarde, René Boivin trasladó su taller a la Rue de Turbigo y se casó con Jeanne Poiret, hermana del famoso modisto Paul Poiret. Juntos, contribuyeron a la prosperidad de la Maison Boivin.
La innovación en el corazón de las creaciones
Las creaciones de Boivin se distinguen por su inspiración en la joyería antigua, a la vez que aportan un toque de modernidad con líneas limpias. René Boivin también es conocido por crear joyas exclusivamente por encargo, lo que aporta una dimensión única a cada pieza.
El legado y la evolución del estilo
Tras el fallecimiento de René Boivin, su esposa Jeanne y su hija Germaine tomaron las riendas de la casa. El taller se trasladó a la Avenida de la Ópera, y Suzanne Belperron, recién graduada en Bellas Artes, se incorporó a la casa como estilista. Su contribución fue decisiva, aportando un toque de feminidad y sensualidad a la joyería Boivin.
En 1931, Juliette Moutard, también formada en Boivin, lo sucedió, perpetuando el estilo único de la casa. La joyería de este período se inspiró en el naturalismo, con creaciones como anillos, pulseras, broches, colgantes y otras piezas que representaban animales, frutas y flores.
En 1959, Louis Girard adquirió la casa Boivin, y en 1991, el grupo Asprey la adquirió. Aunque la casa ha cambiado de manos, la belleza y el atractivo de las joyas Boivin siguen siendo atemporales.
La joyería Boivin hoy
Hoy en día, las joyas antiguas de Boivin son muy apreciadas por los coleccionistas debido a su rareza y excepcional calidad. Estas excepcionales piezas siguen cautivando a los amantes y conocedores de la joyería vintage de todo el mundo.
Encuentre joyas Boivin en Miller
En Miller, ofrecemos una selección de joyas Boivin de segunda mano. Cada pieza es cuidadosamente inspeccionada y restaurada por nuestros expertos para garantizar una calidad impecable. Descubra nuestras joyas Boivin a precios increíbles y déjese cautivar por la elegancia y originalidad de estas creaciones vintage únicas.
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René Boivin, un referente en joyería vintage
La casa parisina Boivin es un referente en joyería vintage. Conocida por sus piezas auténticas y la valiosa maestría de su fundador, René Boivin, así como de sus sucesores, Boivin ha dejado huella en la historia de la joyería con su audacia e innovación.
Los inicios de Maison Boivin
La historia de la Maison Boivin comenzó a finales de la década de 1880. Tras la pérdida de sus padres, René Boivin se unió a su hermano, un reconocido orfebre y cincelador parisino, para convertirse en aprendiz. En 1890, decidió emprender una carrera en el mundo de los negocios y adquirió tres talleres de joyería ubicados en la Rue Saint-Anastase. Tres años más tarde, René Boivin trasladó su taller a la Rue de Turbigo y se casó con Jeanne Poiret, hermana del famoso modisto Paul Poiret. Juntos, contribuyeron a la prosperidad de la Maison Boivin.
La innovación en el corazón de las creaciones
Las creaciones de Boivin se distinguen por su inspiración en la joyería antigua, a la vez que aportan un toque de modernidad con líneas limpias. René Boivin también es conocido por crear joyas exclusivamente por encargo, lo que aporta una dimensión única a cada pieza.
El legado y la evolución del estilo
Tras el fallecimiento de René Boivin, su esposa Jeanne y su hija Germaine tomaron las riendas de la casa. El taller se trasladó a la Avenida de la Ópera, y Suzanne Belperron, recién graduada en Bellas Artes, se incorporó a la casa como estilista. Su contribución fue decisiva, aportando un toque de feminidad y sensualidad a la joyería Boivin.
En 1931, Juliette Moutard, también formada en Boivin, lo sucedió, perpetuando el estilo único de la casa. La joyería de este período se inspiró en el naturalismo, con creaciones como anillos, pulseras, broches, colgantes y otras piezas que representaban animales, frutas y flores.
En 1959, Louis Girard adquirió la casa Boivin, y en 1991, el grupo Asprey la adquirió. Aunque la casa ha cambiado de manos, la belleza y el atractivo de las joyas Boivin siguen siendo atemporales.
La joyería Boivin hoy
Hoy en día, las joyas antiguas de Boivin son muy apreciadas por los coleccionistas debido a su rareza y excepcional calidad. Estas excepcionales piezas siguen cautivando a los amantes y conocedores de la joyería vintage de todo el mundo.
Encuentre joyas Boivin en Miller
En Miller, ofrecemos una selección de joyas Boivin de segunda mano. Cada pieza es cuidadosamente inspeccionada y restaurada por nuestros expertos para garantizar una calidad impecable. Descubra nuestras joyas Boivin a precios increíbles y déjese cautivar por la elegancia y originalidad de estas creaciones vintage únicas.
